¡El tiempo vuela! ¿Sabes que ya es diciembre? 

Me cuesta creer que ya estamos a nada de finalizar el año 2022. Sin duda se me fue de volada, ¿a ti?

Acercarnos al cierre de año y el comienzo de otro siempre invita a la reflexión; a revisar y observar cómo ha transcurrido nuestra vida el último año (o los últimos años)... Es tiempo de recordar los desafíos que enfrentamos, los éxitos, los posibles errores que cometimos, las bendiciones e incluso a aquellos seres queridos que perdimos. 

Eso sucede casi de manera natural, es instintivo, y es también importante permitirnos hacerlo. Cerrar ciclos y poner puntos finales, revisar qué quieres que siga, o no, en tu vida... quiénes y por qué.

Hacer este tipo de revisiones no solo aligera la carga emocional y mental, sino que redirige la vida a dónde realmente queremos ir.

Ante tantas opciones que presenta el mundo actual, nuestra reflexión y elección hace que lo que se manifieste sea nuestro y no solo "destino". 

El cambio de año es una oportunidad para elegir cambiar hábitos y actitudes, pero en especial, para reconciliarte, soltar, perdonar y fluir, primero contigo, y en consecuencia con la vida.

Estamos en otoño, la naturaleza nos pone un claro ejemplo de “dejar ir” al ver cómo los árboles dejan caer sus hojas para renovarse, volverse a nutrir y florecer de nuevo. 

Date el tiempo de reflexionar y meditar en tu vida e identifica todo aquello que ya no necesitas en tu vida personal, laboral y en cada parte de tu entorno … El otoño nos muestra lo hermoso que es dejar ir.

¿Qué dejas ir? ¿Cuáles serán los beneficios de hacerlo?

Dejar ir puede verse cómo filtrar, eliminar, limitar, depurar y/o reorganizar tus prioridades para retomar el camino con mayor paz mental, tranquilidad y confianza. 

También toma un momento para reconocer aquello que si quieres mantener. ¿Cómo ves tu vida este siguiente año? ¿Cómo es tu rutina? ¿Qué hábitos y acciones mantienes o incluyes? ¿Quiénes y por qué están contigo?...

A estas alturas del 2022, reflexionar nos sirve para recordar y agradecer que en cada paso y en cada decisión tomada, siempre hay una semilla de esperanza que nos permite ver la oportunidad de cómo y cuánto somos bendecidos. De que no estamos solos porque encontramos una fuerza inesperada que nos ayuda a seguir, que nos pone de pie en momentos de incertidumbre y confusión, o que nos anima a disfrutar en momentos de alegría y gozo. Reconoce todo lo que recibes y todo lo que puedes dar. 

¡Disfruta tu reflexión! 🙏🏻